El Castillo de Pajštún es otro de los importantes sitios turísticos atractivos que presenta Eslovaquia. Con una historia más que interesante y una leyenda atrapante, el Castillo invita a turistas de todo el mundo a conocer sus vestigios.
En la antigüedad, el Castillo de Pajštún formaba parte del sistema de castillos que en el siglo XIII se encargaban de cuidar la frontera noroccidental del Imperio húngaro. Aunque su reconocimiento comienza a tener renombre desde el año 1273, se presume que fue construido a mediados del siglo XIII.
Por otra parte, es interesante mencionar que en sus inicios perteneció al señorío de Stupava. Mientras que desde el s. XIV hasta 1526 perteneció a los condes de Sväty Jur y Pezinok; y desde 1592 a 1863 perteneció a la familia Palfy posteriormente a la familia Karoly.
Asimismo, es importante saber que en el año 1809 el Castillo fue destruido por los soldados de Napoleón en su retirada de Eslovaquia. Y desde ese entonces, sus ruinas permanecen en el lugar.
De esta manera, en la actualidad el castillo es visitado por personas que gustan de realizar actividades deportivas al aire libre, como el trekking, puesto que desde Bratislava lleva aproximadamente 4 o 5 horas llegar a él por el camino del bosque; o desde Borinka tan sólo una hora y media.
Con respecto a su leyenda, es importante saber que hay varias resonando, sin embargo, una de ellas resulta más llamativa, pues se trata de la crueldad de la Señora del Castillo y la maldición de una mendiga.
La leyenda de los septillizos de Pajštún
El Señor del castillo de Pajštún no había sido bendecido con un heredero por mas de que diariamente rezaba para que así sucediera. La esposa que frecuentemente paseaba por los alrededores una vez se encontró con una mendiga quien le pidió comida para sus hambrientos hijos. La Señora la envío cruelmente fuera de sus propiedades. La mendiga la maldijo diciéndole que tendría septillizos.
El tiempo pasó, el Señor del castillo se fue a la guerra y en ese tiempo su esposa tuvo 7 niños. La maldición se cumplió y la Señora para tapar su vergüenza decidió matar a 6 de sus hijos. Una de sus sirvientas tenía que llevarlos al bosque y sepultarlos ahí. Cuando la sirvienta los llevaba la encontró el Señor del castillo quién regresaba de la guerra para ver el nacimiento de su hijo.
El Señor detuvo a la sirvienta antes de que matara a los niños y la obligó a decirle a su esposa que los había matado. El entregó a sus hijos a un vecino y en casa se comportó como que no supiera nada. 15 años vivió con este secreto y luego se lo contó a su amigo. La Señora del castillo se salvó de un castigo tras la suplica de sus hijos.
Vía: Eslovaquia.sk
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