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El Castillo de Krasná Hôrka es uno de los sitios históricos más importantes que posee el país eslovaco. Su nombre, quiere decir “la montaña bella”, no es una casualidad, puesto que se encuentra ubicado en la cima de una colina, otorgando escenarios maravillosos al pueblo de Krásnohorské Podhradie, próximo a Rožňava, en la región de Košice.

Sin embargo, los encantos del Castillo de Krasná Hôrka no solo radican en su aspecto arquitectónico, sino también en la historia que a lo largo de los años ha sabido conservar. De esta manera, es interesante precisar que el castillo se encuentra ligado a los hermanos Filip y detre Szárs de la familia Ákos, quienes se encargaron de dar inicio a su construcción en el siglo XIII en una ruta comercial que partía de Transilvania y recorría Košice, Spiš y la actual Polonia.

De este modo, la familia Ákos, que luego cambió su nombre a Bebek, residió en el Castillo de Krasná Hôrka desde mediados del siglo XIII hasta aproximadamente el año 1566, exceptuando un período en el cual la familia Mariássy se apoderó del palacio.

En el año 1578, este comenzó a ser propiedad de Peter Andrássy y permaneció en el poder de la familia húngara hasta el año 1918, año del establecimiento de la Primera república Checoslovaca.

Este sitio además, conserva atrapantes historias, dignas de ser descubiertas en vuestra visita al Castillo; una de ellas, tiene que ver con la existencia de un mausoleo, el cual habría sido mandado a construir por el conde Andrassy para albergar los restos de su esposa la cual su familia nunca aceptó por no ser origen noble.

Duerante el año 2010 y 2011 este había llevado a cabo una serie de renovaciones para ser abierto a las visitas del público y los turistas de todo el mundo. Sin embargo, recientemente un incendio provocó la destrucción de algunos espacios del castillo.

Vía: Eslovaquia.sk
Imagen: Panoramio

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