Yuri Nakamura, uno de los futbolistas japoneses más afamados del mundo, y que en los últimos años venía desempeñándose en el Rimavska Sobota eslovaco, ha asegurado en las últimas horas que abandona el club, luego de haber sufrido un “acto racista más” por parte de los directivos del mismo, que realmente no quedan muy bien parados.
El hecho es que Nakamura, que regresó a su país en septiembre pasado, justificó este jueves su decisión de abandonar el fútbol de Eslovaquia, consultado por la prensa local, al asegurar que había sido víctima de distintas demostraciones de racismo durante su paso por la institución, aunque las acusaciones fueron desmentidas por la misma.
“Desgraciadamente, regrese al país porque fui víctima de racismo en el club al que pertenecía, el Rimavska Sobota, y no lo aguantaba más”, explicó el futbolista a los medios de su país, además de agregar que, en la previa de algunos encuentros, “una parte de los seguidores de su equipo gritaba su nombre y le realizaban gestos con una actitud odiosa”.
“Ninguno de mis compañeros me ayudó. Hubo incluso algunos jugadores que les apoyaron (a los seguidores) en su acoso”, finalizaría el deportista, en un contexto en el que las discriminaciones a asiáticos en Eslovaquia han sido señaladas como uno de los problemas del país a la hora de recibir gente de esos orígenes.