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Para relatar la historia de Gerulata, es necesario remontarse a la existencia de un mapa romano “Itinerarium Antonini”, el cual muestra las fortificaciones romanas entre Carnuntum y Britegio: Gerulata, Ad flexum, Quadrata, Ad statuas, Ad Mures.

Carnuntum y Britegio eran las dos ciudades más grandes y más elegidas por los arqueólogos para investigar, también las otras era muy reconocidas y tenidas en cuenta, con la salvedad de una: Gerulata se encontraba perdida.

Aunque muchos afirmaban y discutían sobre su existencia, se encuentra en ese entonces otro mapa “Tabula Peuntigeriana” cuyo nombre griego era “Chertobaldos”.

Su curiosa historia la envolvió en un misterio sobre su paradero durante muchos siglos, aun cuando fue buscada por miles de generaciones de arqueólogos. Sin embargo, después de tanto tiempo de búsqueda, en el año 1961 fue encontrada por un grupo de arqueólogos eslovacos. Y actualmente forma parte de la bella Bratislava: Rosovce.

Su nombre, surge de la cultura celta y fue conservado por los romanos. Se trataba de un Castelo, un fuerte avanzado que contenía un campamento auxiliar, en donde estuvo asentada la legión romana del siglo XIV, como también por una unidad de equitación de élite de jinetes, pues se trata de Canefatos germanos, desde donde surgen los holandeses.

Actualmente, en ese lugar, los turistas pueden encontrarse con un Museo que conserva restos arqueológicos como también distintas lápidas ancestrales, entre las que se destaca la que representa al Décalo e Icaro, que aun mantiene su policromía en vigencia.

Imagen: Panoramio

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